¿Ser o no ser? De Shakespeare a Hahn

"¡Ser o no ser: he aquí el problema! ¿Qué es más levantado para el espíritu: sufrir los golpes y dardos de la insultante Fortuna, o tomar las armas contra un pliego de calamidades, y haciéndoles frente acabar con ellas? ¡Morir..., dormir; no más!"

Transcribo anteriormente la cita más famosa de la literatura universal. William Shakespeare, mediante el soliloquio estremecedor de Hamlet, plantea el problema fundamental del ser: ¿Ser o no ser? La filosofía y todo rama ligada al pensamiento humano se encuentra intrigada y constantemente en jaque ante tan fundamental dilema. Basta con ser un simple mortal, cavilar un poco y encontrarse con la encrucijada.

La religión y la ciencia (fe y razón) nos han mentido, sobre todo la primera con respuestas fáciles, baratas y superfluas, por ende lo lógico fue que el cansancio, el hastío y el absurdo concluyeron aniquilando los metarelatos. La ciencia y el saber no hacen más feliz al hombre, por ello Ortega y Gasset nos ilustra escribiendo que el racionalismo exacerbado aspira a lo imposible e irremediablemente nos conduce al nihilismo.

A la sazón a nuestros modernos espíritus se nos exige una honradez elemental. En la palabra de Albert Camus: "Juzgar que la vida vale o no la pena de que se viva". La religión es indigna del ser humano y la razón lleva al suicidio. Sartre reflexiona: "estamos todos aquí... para conservar nuestra preciosa existencia, y no hay nada, nada, ninguna razón para existir".

Leyendo muchos autores, es innegable que comparto una visión pesimista de la existencia, pero esto no conduce a vivir una penumbra, está el otro. Debemos saborear el sinsentido en la Nada, la Contemplación Estética y la Locura. Recomiendo por estos días la lectura de M. Onfray, filósofo contemporáneo francés, quien partiendo del pesimismo deriva en un hedonismo necesario.

Por mi parte les convidaré a la lectura de un poema de Óscar Hahn, ilustre poeta chileno, quien en un excelso poema aborda la intriga del ser con una belleza sobrecogedora. El Arte (belleza) nos salva de todo (contemplación estética) y la locura nos extrae de la realidad (Carpe Diem predicado por Horacio). La locura de alguna forma se vive en piezas compartidas, camillas, bailes, cafés, bares y otros, pero pienso que es necesario complementarlo con arte, y es lo que busco con este rendido posteo. Hahn otorga voz a un fantasma no nato que reflexiona sutil y sublimemente en torno a lo que he escrito:

[/B]